La paz reinaba reinaba al término de numerosas batallas a muerte contra poderosos enemigos. Kenshirô pudo estar con Yulia en los últimos momentos de su amada. Pero el mundo cae de nuevo en el caos... ¿Logrará Kenshirô recuperar el brillo de sus pupilas después de haberlo perdido todo? ¡Se revela la historia secreta del renacer del redentor del fin de siglo! 

Mientras las escaramuzas entre el ejército del Hokuto liderado por Bat y Lin y las tropas de la capital imperial siguen aumentando de intensidad, Falco dorado, el luchador más poderoso del Gento Kôken, se interpone en el camino de Kenshirô. El Hokuto Shinken contra el Gento Kôken... Cuando se entrecruzan los puños de los dos titanes de estrellas protectoras del emperador celestial, ¡los cielos se parten en dos! "¡¡Y lo voy a superar!! ¡¡Por mis amigos!! ¡¡No hay otra pasarela posible!!"

Los cielos enviaron al mundo a dos herederos: Kenshirô y Raoh. La batalla de los dos titanes, armados ambos con el arcano definitivo musô tensei, se convierte en un verdadero duelo a muerte. Cuando el último puño de Raoh, que contiene toda su alma, se cruza con el puño del corazón inquebrantable de Kenshirô... ¡Acontece el momento en el que todo quedará zanjado! "¡¡No me arrepiento de absolutamente nada en mi vida!!"

Con tal de salvar al encarcelado Toki, Kenshirô llega a Cassandra, la ciudad de los demonios gimientes. Ante un Kenshirô que sigue adelante sin descanso con la idea de llevar la luz y la vida a todo el mundo se cierne la imponente figura del alcaide Uighur, autor de la leyenda de inexpugnabilidad y muerte de la prisión...

¡¡La leyenda de Cassandra que has contribuido a construir va a esfumarse para siempre!!

Raoh y Toki son hermanos de sangre: aprendieron juntos el Hokuto Shinken antes de separarse irremediablemente. Su enfrentamiento estaba predestinado. Movimiento y solaz, explosión y parsimonia...

Ninguno de los dos cede ni un milímetro en el duelo que simboliza sus respectivas formas de vivir. Y a la que Toki, a punto de recibir a la muerte, ejecuta su técnica, ¡la estrella del augurio mortal empieza a resplandecer al mismo tiempo sobre las cabezas de ambos! "¡¡Vamos a cerrar el telón del destino, Raoh!!"